Toca hacer memoria de todo lo vivido este curso.
Cuando al principio, en esos primeros claustros, echamos a andar el proyecto, no sabíamos la belleza que acabaríamos provocando.
Ha sido un año duro, de mucho trabajo. Aprendimos a llevar al aula unas propuestas nuevas, extrañas, atractivas.
Incluso se nos dijo que no seríamos capaces de abarcar todo lo que proyectamos. Así ha sido casi en su totalidad. Lo hemos hecho, a pesar de los incrédulos.
Quizás el punto débil ha sido este mismo, el de publicar, difundir por la web todo lo bueno que hemos hecho.
Ha sido un proyecto muy provechoso para todos. Desde la Dirección, pasando por el claustro de profesores, el alumnado y sus familias, se han sentido implicados, representados y enamorados de esa búsqueda de la genialidad que a lo largo de todo el curso ha ido destapando un bellísimo ejercicio por parte de todos de colaboración solidaria.
La guinda, sin duda, ha sido la exposición llevada a cabo en el Convento de la Encarnación, esa sala maravillosa cedida por el Ayuntamiento donde durante un mes todo el pueblo ha podido disfrutar y contemplar los trabajos realizados por todos.
Hemos arrasado en el Concurso de Relatos de Coín, consiguiendo para el centro 4 de los 6 premios en juego y siendo el centro educativo con mayor participación de todos.
Dicen que nunca es tarde si la dicha es buena.
Hoy toca, desde la atalaya del trabajo bien hecho, del orgullo de mirar atrás y ver lo duro del camino, echar la vista atrás y ofreceros, si no todo, al menos una muestra de esas maravillas que a lo largo de todo un curso hemos sido capaces de crear.
Todo lo hizo el cariño que entre todos pusimos. La genialidad ya estaba dentro de ellos...
Nosotros solo le hemos abierto una ventanita.
Mil gracias a todos.